domingo, 6 de julio de 2008

AVISO!!!

A partir de hoy domingo 6 de julio, he trasladado todo el contenido de este blog a uno nuevo, con el objetivo de corregir la dirección que, debido a un error de tipeo decía "comapartiendoinquietudes"...

Ahora es

http://compartiendoinquietudes.blogspot.com/ copie esta dirección o

haga clic aquí:
INQUIETUDES - SANTO DOMINGO


Y las próximas publicaciones serán en la nueva dirección.

Muchas gracias y mil disculpas por las molestias!!!

sábado, 5 de julio de 2008

"LOS PRÉSTAMOS"... Su historia

"Nadie en estéril ocio se consuma! Para que fructifique la simiente, abramos con la reja y con la pluma los surcos de la tierra y de la mente..." Gaspar Nuñez de Arce

Santo Domingo se encuentra ubicado 75 km al noroeste de Santa Fe capital.
Se puede llegar a nuestro pueblo por la Ruta Provincial Nº 4 hasta el Km 40 donde se encuentra el acceso que la une a la localidad.

Esta ruta fue pavimentada por primera vez mediante una obra realizada desde 1958 hasta 1963.

Las familias Wettstein y Beutel, habitantes de Santo Domingo, cuentan que un día llegaron unos señores a sus viviendas y solicitaron entrar en sus propiedades para sacar muestras de la tierra.

En ese tiempo ya se tenía conocimiento de que próximamente se iniciarían los trabajos de pavimentado de la ruta 4, la cual pasaba muy cerca de sus campos, pero nadie sospechaba de qué se trataba esta visita.

Por largo tiempo no tuvieron noticias sobre el resultado de aquellos análisis que habían realizado.

Una tarde se presentaron dos personas con una orden del Gobierno que los autorizaba a extraer toda la cantidad de “tosca” que necesitaran para el compactado de la base de la futura ruta.

En el primer momento los propietarios se molestaron e hicieron la denuncia a la policía del lugar, pero luego comprendieron que no podrían dar marcha atrás a una orden que venía desde “arriba”, y aceptaron cordialmente con la promesa que después de terminada la obra no quedarían vestigios ni daños en sus terrenos.

Para el compactado y la impermeabilización de la base de la ruta, se extraía entonces, “tosca” de los campos de las familias Wettstein y Beutel de nuestro distrito.

Acá le llamamos TOSCA a un polvo que se extrae de la tierra y es muy similar al cemento. El agua no penetra si se coloca y compacta bien. A los caminos mejorados con este material se los llama “entoscados”; se puede transitar por ellos normalmente en los días de lluvia.

En pocos días la zona se pobló de maquinarias enormes que en la zona no se conocían y los colonos y puebleros asistían gustosos a observar como trabajaban.

La empresa encargada se denominaba S.A.O.P.I.M. (S.A. Obras Públicas Industriales y Marítimas). Muchos hombres del distrito se sumaron a ella como empleados.

En cada predio de donde fue extraída la “tosca” quedaron grandes pozos y altos cordones de tierra rodeando los mismos. La promesa de no dejar muestras de la extracción no se cumplió.

Los propietarios solo cobraron una pequeña suma como alquiler del terreno que se explotó.

Los vecinos, debido a este suceso, comenzaron a darle el nombre “PRÉSTAMO” a ese espacio en forma de pileta con bordes muy elevados; una denominación que se “pegó” y perduró.

Allí creció la vegetación autóctona y la lluvia se encargó de formar pequeñas lagunas, dentro de las cuales y a su alrededor, se reprodujo toda la fauna natural de nuestra zona.

Les quedó el nombre de “LOS PRÉSTAMOS” porque son dos, divididos uno del otro por un camino que permite el acceso a fin de disfrutar del paisaje.

Con el transcurrir del tiempo, se convirtieron en atracción especial para que los niños hijos de propietarios y los vecinos asistieran a jugar…

Un centro de reunión y de travesuras…

Un refugio con un aire misterioso bordeado por un cordón de “minisierras” dentro de un paisaje tan agreste a la vera del río Salado…

Se hizo común recorrerlo con bicicletas y probar las más increíbles acrobacias…

Demostrar las destrezas cuando alguien de la ciudad aparecía de visita era el mayor de los gustos…

En el año 1973, hubo una gran creciente del Río Salado, el agua superó las barreras conformadas por esos altos cordones de tierra y llenó los PRÉSTAMOS.

Cuando la creciente aflojó, y el sol, lentamente y con el paso de los días, fue secando la tierra, regresaron las visitas de quienes con ansiedad esperaban que eso sucediera.

Los más insistentes, los jóvenes familiares de propietarios, ellos... que más que nadie le encontraban un sentido tan especial a ese sitio, fueron los que maravillados vieron dentro del agua cristalina y quieta, varios animalitos parecidos a yacarés.

Asustados corrieron a contar a sus padres lo que habían descubierto y regresaron acompañados por ellos para comprobar que, efectivamente eran yacarés, y ya no solo vieron unos pocos, sino que encontraron un “nido” lleno de pequeños animalitos recién nacidos.

La creciente había depositado un valioso regalo… Desde ese tiempo conviven en ese hábitat junto a patos, carpinchos, gallaretas, garzas,…

Los altos cordones de tierra se fueron cubriendo de a poco con la vegetación y para acceder, sólo quedaron angostas sendas que permiten, aunque con inconvenientes, llegar a orillas del agua.

Hoy es visitado muy seguido por quienes desean disfrutar de un momento de tranquilidad y paz junto a la naturaleza, y observar la flora y fauna autóctonas.

Se planea cercar LOS PRÉSTAMOS y declararlos como lugar de conservación de flora y fauna.

Las tres fotos últimas fueron tomadas en el día de la fecha, un paisaje propio de la sequía por la que atraviesan varias provincias...

Un especial agradecimiento a todas las personas que colaboran aportando relatos y fotos para posibilitar estas publicaciones. También el pedido de que, si encuentran errores en los datos me lo hagan saber y los corregiré.

martes, 1 de julio de 2008

EL COOPERATIVISMO... los cambios

"La historia no la hacen sólo algunos protagonistas, es todo el pueblo, son los hombres y mujeres de una comunidad, los que anónimamente... van sembrando con su accionar..." S.M. Taboro

El cooperativismo resultó vital para el desarrollo de SANTO DOMINGO, distrito de 16.619,21 hectáreas ubicado en el departamento Las Colonias, dentro de la cuenca lechera más importante del país.

Mediante este movimiento se logró romper el aislamiento y la indefensión de los productores agropecuarios frente a los llamados almacenes de ramos generales, los acopiadores y los monopolios, que postergaban en forma permanente sus aspiraciones de progreso.


Las tres Cooperativas de nuestro pueblo: SANTO DOMINGO Y SARITA LIMITADA, SANTO DOMINGO NORTE LIMITADA, y LA TERCERA LIMITADA, aumentaban día a día la cantidad de asociados y por ende los tamberos y los litros de leche.

Como consecuencia natural de la solidaridad entre productores, y convencidos de que económicamente era lo adecuado, en el año 1981 se produjo la fusión de las tres cooperativas quedando unidas bajo el nombre de la más antigua.


Superando asimismo grandes dificultades, el espíritu emprendedor del hombre de campo organizado cooperativamente, no circunscribió su acción simplemente al ámbito local de su entidad primaria. Los desafíos eran cada vez mayores y exigían también mayores compromisos.

Así comenzaron a surgir las primeras federaciones de cooperativas, o cooperativas de cooperativas como se las llamó inicialmente.

La primera federación tambera fue la Unión de Cooperativas Ltda. San Carlos, de la localidad de Esperanza, a la que la Cooperativa de Santo Domingo entregaba su producción.


Diez años después nació la Fábrica de Manteca “SANCOR” en la zona de Suncháles, también provincia de Santa Fe, conformada por la unión de pequeñas cooperativas tamberas.

En el año 1982 la Cooperativa SANTO DOMINGO Y SARITA LIMITADA, convocó a una asamblea de asociados y en esa reunión, decidieron entregar la producción a SANCOR.

Cierta cantidad de tamberos no estuvo conforme con la decisión de la mayoría y optaron por otras fábricas que habían surgido en esa época, tales como SANTA ROSA, MILKAUT, LA PAULINA,…

En la primera parte de la década del 90, nuestra zona experimentó el mayor auge en producción lechera. La cantidad de tambos en SANTO DOMINGO llegó a ciento treinta y seis,… hoy día quedan treinta y siete.


El sector lechero perdió competitividad a partir de 1999. En el momento en que la producción típica de la región se vio tan afectada, apareció el nuevo modelo tecnológico, y surgió el boom sojero.

Los pequeños productores que se encontraban con baja rentabilidad económica, se vieron en la obligación de decidir: o seguían con un establecimiento pequeño no rentable que terminaba en la desaparición económica, o alquilaban las tierras a otros que tenían más capital obteniendo más rentabilidad.

Está bien claro cuál fue la elección, no tuvieron alternativa, excepto los que tomaron decisiones confiando en sus fuerzas, y luchando lograron salir adelante.

En la actualidad sigue sucediendo, continúa el éxodo. Quien tiene oportunidad de recorrer el campo se encuentra con gran cantidad de casas abandonadas, deshabitadas y rodeadas de pastizales, sus propietarios de origen debieron marcharse buscando alguna labor que les permita vivir más dignamente, o alquilaron y descansan en alguna vivienda de la zona urbana.

domingo, 29 de junio de 2008

LA ECONOMIA en los comienzos

Convencida estoy, que en la memoria de los pueblos
están los latidos de su historia ...
S.M.T.

En los inicios de la colonia, predominaba en nuestra zona, la explotación de la agricultura.


Como símbolo del florecimiento de la etapa agraria, aparecen en Santo Domingo las primeras cosechadoras de arrastre y a vapor, adquiridas por colonos confiados en el desarrollo.
Al paso de estas trilladoras aparecía ante la vista emocionada de los campesinos, el grano limpio, como recompensa a tanto esfuerzo.

Con el paso del tiempo se fue dando una transformación paulatina, ya que los colonos comenzaron a experimentar con la actividad tambera. Esto se dio, entre otras causas, por la baja cotización del grano que hacía menos estimulante la asunción del riesgo permanente de las cosechas.

Tras algunos tropiezos en los cultivos agrícolas los colonos comenzaron a industrializar la leche, en forma artesanal y con su propia producción.

Los inmigrantes, en particular aquellos de origen europeo, fueron los primeros en encarar la producción láctea como una actividad comercial organizada.

A partir de la tercera década del siglo XX, el tambo, fue el establecimiento económico típico del distrito. Los productores entregaban la leche a las cremerías del lugar:


•CREMERÍA AMADO ROSTON, cuyas funciones se iniciaron entre 1927 y 1928.
•CREMERÍA LA SARITA, que comenzó a funcionar en 1928.
•CREMERA DE JOSE WEBER Y CIA., que inició sus actividades en 1931.
En las cremerías la leche se desnataba y se obtenían la crema que es la sustancia grasa, y la caseína que es la proteína de la leche rica en fósforo.

Con el desarrollo del tambo el productor sintió la necesidad de emanciparse de intermediarios e industriales que ofrecían bajos precios por las leches. Así nacieron las cooperativas que agruparon a productores pequeños y medianos, gestándose una transformación social del medio rural mediante la unidad de un gran número de tamberos.

Entre las cooperativas de nuestro distrito, que fueron umbrales del acuerdo y voluntad de los hombres con ideales de progreso, se encontraban:


*COOPERATIVA TAMBERA SANTO DOMINGO Y SARITA LIMITADA, fundada el 2 de enero de 1942.
*COOPERATIVA TAMBERA SANTO DOMINGO NORTE LIMITADA, fundada el 29 de septiembre de 1943
*COOPERATIVA TAMBERA LA TERCERA LIMITADA SANTO DOMINGO, fundada el 19 de abril de 1946

El movimiento cooperativo generó un gran beneficio a la actividad tambera, y motivó una notable mejora en el ganado de tipo lechero.

jueves, 26 de junio de 2008

SITUACIONES EXTREMAS...

Ayer la creciente del SALADO… Hoy la sequía…

Observando los campos, los caminos, la tierra agrietada de tanta sequía,… escuchando a los campesinos con sus complicaciones por falta de lluvia… volvieron a mi mente aquellos días del año 2003 en Santa Fe: una Santa Fe desolada como consecuencia de la creciente extraordinaria del río Salado…


Sí... de ese río que marca el límite Este del distrito Santo Domingo, ese río que en épocas se convierte en receptor de cientos de personas que buscan algo de frescura cerca del agua, que disfrutan de la paz y de la naturaleza en los veranos calientes de la zona… el mismo río que de pronto se transforma en el más bravo y amenazante destructor…

Una gran paradoja…

A la terrible catástrofe que se vivió en la ciudad de Santa Fe en el año 2003, se la conoció a través de los medios, y si alguien quiere saber más, con una búsqueda en Internet, en unos minutos tendrá la información que desee.

Pero… cómo se vivió aquel momento en Santo Domingo y en localidades vecinas?

Recuerdo aquel 27 de abril, día de Elecciones Nacionales… el río estaba crecido, muy crecido y seguía subiendo… Se comentaba que esa misma tarde el agua cortaría la única ruta hacia la ciudad de Santa Fe, (hay otras pero ya el agua las había cubierto antes)…

Los hijos estudiantes en Santa Fe, ese domingo estaban como cada fin de semana en sus casas junto a los padres.

Ante la amenaza del río, los papis nos aceleramos y solicitamos que les permitieran entrar a votar primero a ellos para desobligarlos y llevarlos rumbo a la ciudad capital antes de que el agua nos dejara aislados.

La idea era “resguardarlos” del aislamiento en el que quedarían los pueblos según se anunciaba, con el fin de que no pierdan clases. Nadie podía imaginar que los estábamos enviando al peor de los lugares…

Y logramos nuestro objetivo, ellos llegaron a Santa Fe…
Horas después, tal como se preveía, todas las rutas fueron superadas por la fuerza del agua.

Dos días más tarde escuchábamos que el agua había entrado a la ciudad y avanzaba con una rapidez inesperada…
Hubo llamados, corridas entre vecinos, necesitábamos saber… la tecnología en las comunicaciones ayudó y mucho…

Nuestros hijos -los que no fueron víctimas- se convirtieron de pronto en enfermeros, en cadetes, vieron y vivieron momentos que jamás habríamos imaginado sucederían…

Las Facultades a las que asistían dejaron de dictar clases y se convirtieron en asilo de los damnificados, y los alumnos, en verdaderos trabajadores sociales…

Y nosotros, del otro lado… esperando… Sólo podían llegar hasta acá cruzando varios km en lancha. Tanto Prefectura como Bomberos cumplían jornadas interminables.


Las fotos muestran como estaban las rutas, como viajaban las personas en lancha, como se trasladaba la producción lechera,…

A la parte urbana de Santo Domingo no llegó el agua, sí se extendía cubriendo gran cantidad de hectáreas de campo…


Podíamos recorrer cientos de km donde solo se veía agua alrededor…



Hoy… recorremos los mismos cientos de km y solo se ve tierra agrietada, pastos secos…

Comprenderemos alguna vez que debemos dejar de provocar a la naturaleza con nuestra destrucción???

domingo, 22 de junio de 2008

CATALINA MERKVA... (Segunda parte)

Catalina… Un pasaje entre el pasado que llama… con su voz que brota desde las sombras balbuceantes de historias olvidadas… y el ahora y aquí…

Sus primeros días en Argentina transcurrieron en Buenos Aires. Recorrieron la ciudad, llegaron a la Plaza de Mayo, conocieron la Casa de Gobierno y el Cabildo. Sintieron el azote del clima húmedo y caluroso al que no estaban acostumbradas.

Catalina menciona que les llamó especial atención el subte: “nunca imaginé que había trenes debajo de la tierra”...
Cuenta que comprendieron lo que su papá les decía en las cartas sobre el inconveniente del idioma. Debían aprender inmediatamente español para poder comunicarse sin dificultad.

Pasados unos días emprendieron su marcha en tren hacia Rosario, luego Santa Fe y desde allí partieron hacia Santo Domingo.

Después de horas viajando y admirando las grandes extensiones de campo, finalmente el guarda les comunicó que, su recorrido según lo que determinaba el pasaje, terminaba en la Estación Pericota. (así se llamaba la estación de tren de Santo Domingo)
Recuerda que su mamá no quería bajar porque el lugar a donde debían llegar era Santo Domingo y el cartel decía Pericota, además no estaba Don Esteban esperando como ellas creían que sucedería.


El Señor Sirro que se encontraba en la estación, hablaba alemán y puso claridad a lo que sucedía, además ya conocía a Don Merkva y tranquilizó a las viajeras diciéndoles que se encargaría de reunirlos.

Las invitó a subir a su Ford T y las acercó a la casa de la familia Schuck donde siempre se albergaba Don Merkva.
Catalina y su hermana buscaban reconocer a su padre entre las personas que veían realizando las tareas del campo, sin saber que éste se encontraba trabajando lejos de allí. Él estaba en Cavour y su tarea culminaría dos días más tarde, luego se reuniría con ellas. Había sido comunicado por telegrama sobre la llegada de su familia a la Argentina.

El recuerdo de Catalina se hace más vivo al contar que en la mañana del domingo, escucharon una bocina insistente y corrieron al patio.

Con inmensa alegría vieron llegar a Don Esteban en bicicleta…

Por un momento detiene su relato y sus gestos denotan nostalgia… nostalgia de un momento inolvidable… y no encuentra palabras que expresen lo vivido aquella mañana…

A partir de ese día… una nueva vida los esperaba, una vida en familia, una vida de esfuerzos compartidos… Don Esteban consiguió trabajo en una Cremería en Santo Domingo, y toda la familia se instaló en una casa de campo.
Se adaptaron rápidamente a la vida en este país. Las niñas asistieron a la escuela donde aprendieron a hablar el castellano.


Con el paso del tiempo Catalina cultivó cantidad de amigos. Creció ayudando a su madre en los quehaceres domésticos y luego trabajando en casas de familia.

Tiene conformada una hermosa familia argentina. Contrajo matrimonio con Arnoldo Nagel y de esa unión nacieron cuatro hijos: Germán, Enzo, Julia y Edmundo.

Recuerda su Yugoslavia natal, las nevadas y los fríos intensos, nunca regresó… ni de visita…



Prefiere mantener el recuerdo de su casa y todo lo que dejaron. Eligió nuestra Argentina porque según ella es más confortable este clima…

Hoy vive su presente… ese presente que lleva en las alforjas de la memoria, tanto amor… tanto heroísmo… Es la única inmigrante que habita hoy en nuestro pueblo y eso la enorgullece…

Cuida sus plantas que tanto le gustan, disfruta de sus nietos y bisnietos.






Recibe amigas con quienes comparte charla y mates... y, de tanto en tanto, cae alguien para que ella cuente y reviva su historia como en este caso… su ahijada (quien escribe).

También cada año en el día del Inmigrante, la visitan desde las escuelas para distintas actividades y ella los atiende con alegría.



A Catalina MUCHAS GRACIAS!!! por compartir su maravillosa historia.
A Marita, Lolita, y mi Madre, por hacer posible esta publicación con su colaboración, MUCHAS GRACIAS!!

A los visitantes del blog, sobretodo a la gente de mi pueblo, les pido que se animen a comentar, a expresar lo que piensan, a sugerir, a criticar...
Sólo deben hacer clic donde dice COMENTARIOS al finalizar la nota, y se abrirá una ventana especial para escribir... Muchas gracias!!!!

Y HAY MAS FOTOS PARA DISFRUTAR...

Catalina Madre con su primera bisnieta



Catalina Hija con su bisnieta más pequeña.



En oportunidad de conmemorarse los 115 años de nuestro pueblo, Catalina fue agasajada por ser única inmigrante.




Junto a su nieta y ahijada Marita.



Los organizadores junto a familiares se encargaron de que sea una fiesta muy emotiva para Catalina. Se representó teatralmente la historia de su vida.
En la foto se la ve junto a hijos, sobrinos, nietos, bisnietos,...



Y aquí las niñas que representaron a Catalina, su hermana y su madre en la obra de teatro...



Cumpleaños número 88 de Catalina...



Y el próximo 19 de julio se viene el número 89... Muchas bendiciones para ella!!!

viernes, 20 de junio de 2008

CATALINA MERKVA... (Primera parte)

No hay vuelo posible que surquen las almas sin memoria…

Hoy… una parte de las vivencias de Catalina Merkva, vecina de Santo Domingo. Inmigrante nacida el 19 de julio de 1919 en Yugoslavia y, desde pequeña, habitante de este pueblo. Una historia de encuentros y desencuentros, de frustraciones y de amor, que merece ser contada para entender y aprender…

Su familia estaba conformada por sus padres Esteban y Catalina, y su hermana menor Teresa. Doña Catalina tiene 88 años y relata su vida con entusiasmo, como si reviviera cada instante… se detiene por momentos hurgando en su memoria…

Nos cuenta que corría el año 1930 en su casa de Yugoslavia, y cada mañana al despertar renovaban la esperanza de recibir el llamado de su padre donde les dijera que viajen a encontrarse con él. Mantenían en la mente el recuerdo de sus palabras antes de partir: “Ya viví una guerra, no quiero que me vuelva a suceder…”

Había marchado hacía casi tres años hacia Uruguay, junto a un grupo de conocidos, esperanzado en un futuro de paz. Enviaba noticias periódicamente; en sus cartas les contaba que la mayor dificultad era el idioma, y se había enterado que en un país vecino -Argentina- el problema se reducía ya que había gran cantidad de inmigrantes, entonces probaría suerte en esa “gran tierra”.
Acontecía el mes de noviembre cuando recibieron una carta que marcaría su futuro. Don Esteban ya contaba con un trabajo estable en la provincia de Santa Fe, en Colonia Cavour, y había conseguido vivienda en una localidad muy pequeña denominada Santo Domingo.
Con incertidumbre, y con el dolor propio de abandonar su tierra natal, su familia, sus sueños… la madre se dispuso a vender lo necesario para los gastos del viaje, empacó los utensilios de cocina que consideraba importantes, y la ropa de ella y sus hijas. Conservó su casa con la esperanza de regresar algún día, y con las fuerzas que le inspiraba el amor hacia su esposo, emprendió la partida.
Catalina recuerda con añoranza que, al despedirse de su abuelo, lo escuchó decir que nunca más las vería, ella lo consoló respondiendo que pronto regresarían.
Sin pensarlo más se dirigieron a tomar el medio que las trasladaría hasta Bremen donde subirían al Barco Madrid para llegar a Sudamérica. Comenta que el tren marchaba perezoso, lento… Cruzaron Zagreb, Bonn, Hamburgo y por fin llegaron a Bremen, donde se concentraban los emigrantes europeos dispuestos a emprender su aventura.

Esperaron varios días hasta que todos los viajeros llegaran. Mientras, disfrutaron del paisaje vistoso que les ofrecía el puerto colmado de futuros pasajeros ansiosos.
Zarparon de Bremen, alojados en el Madrid que los albergó durantes los veintisiete días que duró la travesía. Catalina compara aquel barco con una pequeña ciudad. “porque tenía de todo; cine, médicos, enfermeros, policías, monjas,…”.
Cuenta que pasaban mucho tiempo en la terraza dando de comer a las gaviotas y observando el paisaje en el horizonte, las olas, el cielo,… hasta que ya no se divisaron paisajes terrestres, sino solo el agua del mar. Así sucedieron diez días casi interminables, acompañados por la infinita intensidad del azul del mar.

Los tripulantes del Madrid pisaron tierra después de tantos días, en una ciudad brasilera… Allí disfrutaron durante varias horas, del paseo por las avenidas colmadas de flores.
Siguieron viaje y en el amanecer del 10 de enero de 1931, el Puerto de Buenos Aires recibía a la familia Merkva y demás tripulantes. Descendieron la escalinata que los llevaba a tierra firme, felices y agradecidos de haber llegado sanos y salvos a su destino: ARGENTINA.

(Continúa en próximo post)